PRÓLOGO PARA QUIENES FUERON NIÑOS

 

Normalmente, las historias que hacen pensar, te activan la mente, y no son las más adecuadas para dormir. Pero estos cuentos están escritos y dibujados, precisamente, para pensar y dormir.

 

Los niños son personas que aún no se han desprendido de cierta sabiduría interior que todos tenemos. Cuando conectamos con ella, obtenemos fuerza, serenidad y felicidad. Eso nos permite, entre otras cosas, dormir bien. Estas cuatro narraciones tratan de mantener vivo en los niños ese conocimiento directo, intuitivo, de esas verdades profundas que aún conservan, para que no las olviden.

 

El Gato marrano nos habla del respeto y la libertad.

 

El Astrónomo Apolonio se inspira en esas coincidencias extrañas que a todos, a veces, nos suceden, y parecen cargadas de significado.

 

Pilotes Pilota reivindica la solidaridad como valor en sí mismo, aunque el esfuerzo no garantice el resultado.

 

La Demonieta es, quizás, el cuento más misterioso, porque se atreve a insinuar un sentido al mal. Pero no inquieta... más bien al revés. Al leerlo, los niños sonríen, porque comprenden.

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